Rodolfo Montes de Oca
Todos hemos sido testigos con rabia, como los medios de
comunicación han expuestos a nuestros
compañeros al escarmiento publico, caras tapadas, esposados y una seguidilla de
improperios y adjetivos preconcebidos, son una antesala antes de cualquier
juicio, es decir, los “mass-media” realizan una audiencia publica sin el
derecho a la defensa de los compañeros perseguidos.
Esta instrumentalización del individuo opera apoyado en gran
medida por los medios de comunicación visuales, que aprovechando su notoria
influencia, proceden a realizar un vulgar “linchamiento” mediático. El
compañero se ve sometido a una amalgama de improperios y calificativos negativos que solo buscan crear una opinión
preconcebida en el colectivo social. Un ejemplo de ello fue Jorge Lizama Saso,
anarquista detenido como presunto responsable de la bomba incendiaria
que impacto en el Palacio de la Moneda y de haber atacado con piedras el carro
de una juez chilena en una manifestación.
Este compañero se vio sometido ha una campaña de cerco
mediático que lo convirtió en toda una celebridad, tal es así que invito al
lector a poner en el portal “google” su nombre para que vean la mirilla de blogs y periódicos chilenos con
información negativa sobre él; y digo
información negativa, porque no encontraran en ninguno de ellos noticias que Lizama, es un vegetariano abnegado, que
trabajaba de noche para poder mantenerse y costear sus estudios, que esta en la
lucha por Pascual Lama o que colabora con varios grupos culturales…. Eso poco o
nada importa para el sistema.
También seria pecar de ingenuo, que los medios de
comunicación digan lo contrario o exalten virtudes en nosotros, porque
ellos son parte de un engranaje y
sistema determinado con claros intereses sociales en continuar este embrolló,
lo realmente importante para nosotros es tener claro que al momento de insurgir
no solo tendremos a todo el Complejo Penal Industrial contra nosotros, sino que
los medios de información forman parte de ese sistema de represión.
Esta “exposición
mediática” del individuo solo busca cohibirlo a cometer próximas acciones,
es una sutil forma de control social empleada contra nosotros. Pero esta
exaltación del compañero en los medios trae consigo una total expulsión del
sujeto de la sociedad contra el cual insurge, de hay en adelante la obtención
de trabajo, estudios o demás necesidades, se ve limitada de una manera bárbara,
dejándolo prácticamente solo y sin medios con los cuales subsistir en esta
sociedad.
De hay debemos entender que aquellas personas que trabajamos
por la libertad de nuestros compañeros presos y contra el sistema penal, no
solo tenemos la obligación de asistir a nuestros compañeros durante su estancia
en prisión, sino tratar de velar que al salir de ella, puedan recomponer su
vida. Esto genera el dilema que muchas veces es
más difícil la asistencia de un compañero que este saliendo de prisión
que de uno que se encuentra adentro.
Para culminar y ha manera de conclusión tengo que decir:
Primero: Los medios forman parte del sistema punitivo del
estado, ponen la opinión pública en nuestra contra, de manera deliberada y sin
remordimiento, preconcibe una opinión determinada en el colectivo que solo
busca desacreditarnos. Cuyo objetivo final es evitar que el compañero
criminalizado sea incapaz de subsistir por su rebeldía en la sociedad.
Segundo: Como anarquistas no debemos enfocarnos solamente en
buscar la libertad de nuestros compañeros, sino que una vez esta alcanzada
debemos velar y colaborar para que nuestro afín logre restablecer un poco de
estabilidad que le permita volver a la lucha.
Tercero: Los tiempo son negros y es obvio que seguiremos
estando en las miras de las autoridades, depende de nosotros tanto de manera
individual como colectiva, romper el esquema y preparémonos para lo peor… Ánimos
compañero, que aunque todo este perdido aún nos queda molestar.
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